Nos es muy grata publicar este estudio, en el que la señora Diallo nos da a conocer trabajos de investigación emprendidos para intentar deducir las correlaciones existentes entre los principios del derecho internacional humanitario y los principios de humanidad que sirven de telón de fondo a la tradición africana. Ya en números anteriores de la Revista Internacional nos habían recordado varios autores que, desde hace mucho tiempo, en los países islámicos, en la India, en Extremo Oriente, en los sucesivos sistemas morales y en las diversas civilizaciones, hallamos expresadas ideas semejantes a las de la Cruz Roja, que, por consiguiente, se puede considerar que emanan de una aspiración implícitamente existente en la mayoría de los pueblos. En estas condiciones, resulta tanto más oportuno poner en claw ciertas concordancias y comprobar que, en lugares diferentes, hay unidad de ideas y de preceptos sobre la vida moral y social.

Comenzó en el Centro de Congresos de Lugano, el 28 de enero de 1976, la segunda reunión de la Conferencia de expertos gubernamentales sobre el empleo de ciertas armas convencionales. Recordemos que la primer a reunión se celebró en Lucerna el año 1974, y que realizó un considerable trabajo. Pero, a causa de la complejidad de los problemas suscitados por ciertas sugerencias y propuestas, de la reconocida necesidad de examinar deteni damente todos los datos disponibles y de proseguir las deliberaciones que deberí;an permitir el logro de un amplio acuerdo sobre eventuates prohibiciones o limitaciones de empleo, los expertos consideraron oportuno que el CICR convocase una segunda Conferencia de expertos gubernamentales sobre las armas.

Al expresar el señor Hans Bachmann el deseo de no aceptar la reelectión, la Asamblea del Comité Internacional le ha nombrado, en su sesión del 15 de enero de 1976, miembro honorario.

Desde 1942, el señor Bachmann cooperó activamente en la obra de la Cruz Roja, en la que fue el colaborador más próximo del señor C. J. Burkhardt, Vicepresidente y, más tarde, Presidente del CICR. A continuatión, llegó a ser uno de los miembros de la Directión del CICR. Tuvo un cometido importante en la organizatión de la amplia acción de soccorro emprendida por el CICR en favor de los prisioneros de guerra, internados civiles y personas civiles de las regiones devastadas al instituirse la « Fundación para la organizatión de transportes de la Cruz Roja ».

La actividad del CICR en los campos de concentratión nazis. — Últimamente, tras recientes publicaciones que pretenden revelar el número total de víctimas fallecidas en los campos de concentratión nazis y en las cuales se declara sistemáticamente que se fundan en una estadística que atribuyen al CICR, éste ha recibido interpelaciones de procedencia diversa.

Por declaratión fechada el 25 de agosto de 1975 y recibida por el Gobierno suizo el 15 de octubre de 1975, el Gobierno del Estado de Qatar ha comunicado al Consejo federal la adhesión de aquel Estado a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949; surtirá efectos el 15 de abril de 1976, y así asciende a 140 el número de Estados partes en los Convenios de Ginebra.

Con el título CICR Bulletin, el Comité Internacional de la Cruz Roja edita, a partir de febrero, una publicatión que aparecerá el primer lunes de cada mes; se propone así, hacer el relevo de El CICR en acción, cuyo último número se publicó en enero. El nuevo boletin es, sin embargo, diferente, pues no se limita a referir las actividades humanitarias del CICR, y no tiene carácter oficial.

El Conde Maurice de Madre, ciudadano francés, murió el 25 de diciembre de 1970. En su testamento, confirmó las generosas intenciones que manifestó para con la Cruz Roja durante largos años. En 1953, el señor de Madre conoció al señor Paul Ruegger, entonces presidente del CICR. Tanto con éste, como con su sucesor, el señor Léopold Boissier, y con otros miembros del Comité Internacional y de la Directión, el Conde de Madre se había referido, en el transcurso de numerosas conversaciones, a su deseo de que la Cruz Roja se beneficiase de una parte de sus bienes.

Desde 1869, el CICR edita —por decisión de la II Conferencia International de la Cruz Roja— una publicación que se tituló primeramente Bulletin international des Sociétés de secours aux militaires blessés, y más tarde, desde 1886, Bulletin international des Sociétés de la Croix-Rouge. En 1919 se hizo mensual y tomó el nombre de Revue Internationale de la Croix-Rouge *. Han aparecido cinco índices generales de esta publicación: en 1900, 1910, 1919, 1939 y 1962. Ahora nos es grato presentar el sexto índice, que comprende los años 1962 a 1974.

Règlement sur l'usage de l'emblème de la croix rouge, du croissant rouge t du lion-et-soleil rouge par les Sociétés nationales; adopté par la 20° Conférence international de la Croix-Rouge, Vienne, 1965. 1966; in-8, 10 p. Fr. 1.50.

Unos 40.000 saharauis han abandonado su lugar de residencia; actualmente, 20.000 de ellos están cerca de la frontera argelina, mientras que otros 20.000 se han concentrado en Argelia, cerca de Tinduf.

Las condiciones de vida de estas personas desplazadas —niños el 60 por ciento— son trágicas para las que están en el Sahara occidental y malas para las refugiadas en Argelia.

Como indicábamos en un número anterior, el Gobierno de Mauritania había invitado a asistir a los actos conmemorativos del XV aniversario de la independencia de aquel país al Presidente del CICR, señor Eric Martin. Éste se ha interesado mucho por diversas manifestaciones, que fueron prueba del entusiasmo y de la vitalidad de la joven República y de su confianza en el futuro.

La Media Luna Roja de Libia ha tenido a bien remitir a la Revista International las siguientes líneas sobre sus actuates actividades. Agradecemos muy de veras este escrito en cuyo comienzo hay algunas puntualizaciones relativas al historial de esta Sociedad nacional. Se instituyó la Media Luna Roja de Libia en virtud de un decreto promulgado en 1957. A continuatión, nuevos estatutos perniitieron prever, en 1973, un nuevo ámbito jurídico para las actividades de la Sociedad nacional y, por un decreto promulgado el año últimamente citado, se fundó una secretaría general para la prosecutión de la labor humanitaria a los niveles nacional e international.

Como anunció la Revista International en su número de mayo de 1975, se concedió la medalla Florence Nightingale, en su vigésima quinta asignación, a Sor Ilse Giese, enfermera auxiliar y asistenta voluntaria. Se le hizo entrega de la medalla y del correspondiente diploma en un acto que tuvo lugar el día en que se celebró el aniversario de la fundación de la Cruz Roja Alemana en la República Democrática Alemana.

Como indicamos en nuestro número de mayo pasado, se concedió la medalla Florence Nightingale a tres enfermeras de la Cruz Roja de la República de Corea: señoras Sung Soon Yew, Catherine M. Makenzie y Bok Eum Kim.

Se ha elegido como tema para el Día Mundial de la Cruz Roja, la Media Luna Roja y el León y Sol Rojos de 1976: La Cruz Roja es joven. Quizás algunos sonrían ante esa afirmación. Sin embargo, esta organizatión humanitaria ha llegado a ser universal y tiene más de cien años.

Como ya indicamos, la señora Sachiko Hashimoto, que dirigía la Cruz Roja de la Juventud en Japón, es la animadora del « Centro de EstudiosHenry Dunant ». Fundado en Tokio, el 8 de mayo de 1974, este Centro elaboró en seguida varios proyectos para dar a conocer, no sólo la personalidad y la obra de Henry Dunant sino también para garantizar la difusión de los principios de la Cruz Roja y de los Convenios de Ginebra en Japón.

Del 28 de diciembre de 1975 al 8 de enero de 1976, fueron repatriados a su país de origen 922 súbditos paquistaníes e indios, residentes en Saigón, en 4 vuelos organizados por la Cruz Roja Internacional, en estrecha colaboración con las autoridades y la Cruz Roja de la República de Vietnam del Sur, por una parte, y de los Gobiernos del Paquistán y de la India y de las Sociedades nacionales de esos países, por otra parte.

La LXII Conferencia Interparlamentaria, reunida en Londres el mes de septiembre de 1975, aprobó una resolutión cuyo párrafo II alude al Protocolo de Ginebra de 1925, que es este:

La LXII Conferencia Interparlamentaria insta a todos los Estados, en particular a los que ya disponen de estas armas, a que hagan lo posible para conseguir una prohibición y la destrucción efectiva de las armas químicas, incluidas las armas para las cuales se utilizan las nuevas técnicas binarias, y además para garantizar un control internacional satisfactorio con miras a la prohibición de la puesta a punto, de la fabricación y del almacenamiento de armas químicas;

Se conoce la importancia que tiene actualmente la difusión del derecho internacional humanitario y de los principios de la Cruz Roja en un número cada vez mayor de países. Por su parte, el CICR ha contribuido, en toda la medida de sus medios, a esta difusión. Se ha esforzado, en particular, por hacer introducir el estudio de los Convenios de Ginebra en los programas de enseñanza universitaria.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados publica un cuaderno sobre los refugiados de Chile. En él hay un texto interesante sobre la notión de asilo en América Latina y los convenios que refrendan este principio en el piano international. Reproducimos aquí algunos pasajes del mismo:

La notión de asilo está profundamente enraizada en la historia de la América Latina. La práctica del asilo religioso formaba parte del sistema jurídico español impuesto en América Latina en los siglos XVI, XVII y XVIII. Tal como se concebía originariamente en España, esta práctica ofrecía a los refugiados que habían cometido infracciones contra la ley la posibilidad de obtener protectión y asistencia en ciertos monasterios e iglesias, a conditión de que se mostrasen sinceramente arrepentidos y que solicitasen el perdón de la Iglesia.